miércoles, 1 de octubre de 2008

Bibliotecas


Antes de comenzar, un poco de historia trágica. Seguro que todos sabéis el terrible incendio de la biblioteca de Alejandría. Por el año 300 a.C. la ciudad griega de Alejandría, fundada por Alejandro Magno en la costa mediterránea de Egipto, era la urbe más grande del mundo. Tenía avenidas de 30 metros de ancho, un magnífico puerto y un gigantesco faro para anunciar a los marinos que allí se dirigían que se acercaban a su destino. El faro fue una de las siete maravillas del mundo antiguo.

Alejandría era una ciudad cosmopolita donde convivían en paz ciudadanos de muchas nacionalidades; era el lugar ideal para un centro internacional de investigación. Ese centro, fundado alrededor del año 300 a.C., era la biblioteca y museo de Alejandría. El museo, un lugar dedicado a las especialidades de las Nueve Musas, era el centro de investigaciones propiamente dicho. La biblioteca se guiaba por el ideal de reunir una colección de libros internacional, con obras griegas y traducciones al griego de obras escritas originalmente en otras lenguas del Mediterráneo, el Medio Oriente y la India.

El museo y la biblioteca estaban divididos en facultades, cada una dirigida por un sacerdote. El salario del personal lo pagaba el rey. Los estudiosos de la biblioteca y museo de Alejandría estudiaban todo lo estudiable: literatura, matemáticas, astronomía, historia, física, medicina, filosofía, geografía, biología e ingeniería. Por sus pasillos se pasearon, entre otros, Eratóstenes; el astrónomo Hiparco, el cual trazó un mapa de las constelaciones y clasificó las estrellas por su brillo aparente; Euclides, sistematizador de la geometría; Apolonio de Perga, matemático que investigó las propiedades de las curvas llamadas "secciones cónicas" (parábola, hipérbola y elipse); Arquímedes, el genio de la mecánica, y -en el ocaso de la biblioteca, seis siglos después- la astrónoma, matemática y física Hipatia, una mujer que se desenvolvía con toda soltura en un medio tradicionalmente acaparado por hombres y una época en que las mujeres tenían aun menos oportunidades que hoy.

Pero como todos saben la biblioteca sufrió un terrible incendio y muchos de los libros allí contenidos se perdieron, tal vez para siempre.

Todos sabréis lo que es una biblioteca y para que sirve, pero seguro que no la visitáis a menudo; ¿verdad?

Para que os podáis concentrar os dejo un poco de música. Así que a estudiar.



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